Poco a poco el fular (del francés foulard = pañuelo) se ha ido convirtiendo en un accesorio indispensable en el armario del hombre de hoy, aunque dicha prenda siempre ha estado presente. En la antigüedad ya lo usaban los egipcios para protegerse del sol. Sin embargo su máximo apogeo lo alcanzó durante los siglos XVIII - XIX en el que los grandes duques e ilustres de la alta sociedad lo anudaban al cuello llevándolo debajo de trajes y abrigos, incluso se popularizó como un complemento más a la hora de estar en casa. Ya en el siglo XX, la época hippe suspuso un hito para su uso. Hoy en dia sigue vigente al cuello de hombres y mujeres. Lisos, a cuadros, rayas, estampados, low-cost o primeras marcas, al foulard se le augura larga vida por delante.
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